En la carrera por ser competitivas, las empresas no pueden limitarse a ser eficientes en la utilización de los recursos. Para lograr la competitividad a largo plazo, es necesario crear mercados, buscar nuevos clientes y fuentes de ingreso alternativas.
En otras palabras, las empresas tienen que ser innovadoras. La innovación tiene distintas fuentes, niveles y tipos. Sin embargo, las empresas innovadoras tienen varios elementos en común: una mentalidad innovadora, y un proceso de innovación que garantiza que ésta sea normal, cotidiana y sistemática.
En el mundo de los negocios, hay abundancia de administradores que invierten su tiempo y esfuerzo en garantizar el buen funcionamiento de la empresa y en cuidar los recursos y escasez de empresarios o emprendedores –quienes buscan crear mercados, nuevos clientes y fuentes de ingreso alternativas. Es el papel de un líder formal lograr que la empresa que dirige sea competitiva.
Los primeros (administradores), tienden a buscar la competitividad mediante la eficiencia operativa: reducir costos, despedir empleados, presionar por más ventas, etc., acciones que presentan resultados a corto plazo e irreales.
Los segundos (emprendedores), lo hacen de otra forma: mediante la innovación. Inventan y re-inventan productos y servicios; encuentran criterios de venta no reconocidos; buscan nuevos canales de ventas; descubren nuevos nichos de mercado.
El camino de la eficiencia operativa es limitado y doloroso para los miembros de la empresa. El camino de la innovación, por otro lado, es difícil e incierto, pero tiene posibilidades ilimitadas y ofrece grandes recompensas.
La innovación es “un proceso sistemático para mejorar un producto, un servicio o el modelo de negocios de una empresa para que sea percibida favorablemente por el cliente”.
Innovación no es lo mismo que creatividad.
Por ejemplo; Xerox era una empresa inventora – inventó entre otras la computadora personal. Sin embargo, no supo aprovechar su creación. Años después, Steven Jobs, aprovechó el invento de Xerox y le sacó provecho con sus equipos Apple. Steven Jobs es un innovador.
Dar el paso de la invención a la innovación no es sencillo. Para lograrlo, es necesario que el líder se conteste estas preguntas sobre el producto o servicio:
- ¿Resuelve algún problema o mejora alguna situación del cliente?
- ¿Tiene un precio atractivo?
- ¿Se puede ganar dinero?
- ¿Resuelve algún problema o mejora alguna situación del cliente?
- ¿Tiene un precio atractivo?
- ¿Se puede ganar dinero?
En el camino entre la invención y la innovación, suelen interponerse algunos obstáculos que el líder deberá de analizar:
- Empleados: que pueden rechazar el cambio, al verlo como amenaza.
- Comunicación con los clientes: lo que se quiere comunicar y lo que entiende el cliente es muy distinto.
- Sociedad: puede no estar lista para aceptar la innovación.
- Empleados: que pueden rechazar el cambio, al verlo como amenaza.
- Comunicación con los clientes: lo que se quiere comunicar y lo que entiende el cliente es muy distinto.
- Sociedad: puede no estar lista para aceptar la innovación.
Para Innovar el líder deberá encontrar nuevas relaciones que nadie había descubierto y crear nuevas conexiones.
Otro ejemplo es Domino´s Pizza conectó tres elementos de una forma como nadie lo había hecho antes: rapidez en la entrega, una garantía que emociona (entregamos la pizza en 30 minutos o es gratis) y un buen producto.
El objetivo de la innovación es diferenciar a una empresa – modificar favorablemente la percepción que tiene el cliente sobre ella.
Innovación no es incorporar pequeñas modificaciones, que el cliente no percibe y buscan perpetuar los éxitos del pasado.
Las innovaciones pueden presentarse aisladas. Pero lo que hace que una empresa sea realmente innovadora es lograr que sea un proceso normal, cotidiano y sistemático.
Para lograr que la innovación sea parte del trabajo diario, es importante hacerse preguntas como:
- ¿Qué pasaría si…? (hago mi producto mas grande, más pequeño, etc.
- ¿Por qué no hacemos…? Un verdadero innovador no acepta un no como respuesta.
- ¿Qué podríamos hacer para cambiar?
- ¿Qué pasaría si…? (hago mi producto mas grande, más pequeño, etc.
- ¿Por qué no hacemos…? Un verdadero innovador no acepta un no como respuesta.
- ¿Qué podríamos hacer para cambiar?
Tanto para ser creativo como para innovar, se requiere de un gran esfuerzo mental y emocional, que nos permita cambiar el presente e iniciar un proceso de cambio. Para cambiar, es necesario modificar hábitos, comportamientos y marcos mentales de referencia.
El líder y los modelos mentales
Una de las tareas de un líder empresarial es crear la cultura de innovación. Para ello, debe revisar continuamente sus modelos mentales y los de sus colaboradores. Si el líder no está abierto al cambio, y no está dispuesto a cuestionar su forma de interpretar al mundo, las buenas ideas serán sofocadas rápidamente.
Los modelos mentales son los supuestos que explican como funciona (o debe funcionar) el mundo. Son la forma o estilo de pensar de cada persona; definen cómo se interpreta lo que le rodea, y justifican la forma de actuar y las decisiones que toma.
El sistema de creencias de un grupo directivo puede ser el principal obstáculo para el cambio y para la implementación de ideas innovadoras.
Comentarios
Publicar un comentario